¿Que Me Esperará En Mi Primer Día? [¡Libre!]

Mi mamá, haciendo uso de su instinto maternal, insistio en llevarme ella al colegio el primer día. Al principio me mostre en desacuerdo, pero conforme ibamos llegando al lugar, agradecí tener a mi mamá conmigo, ya que los nervios amenazaban con invadirme. Mas ella me dio palabras de aliento, & despues de un apretado abrazo.. abrí la puerta del carro, observando el paisaje que se veia. Solo me voltie unos segundo para ver como mi mamá se alejaba. Despues de ello, empeze a caminar a paso seguro hacia las puertas recordandome a mi misma todas las promesas que no en vano me habia hecho. Entre al edificio & varias miradas curiosas se voltearon a verme.. sonrei discretamente, mientras abria mi mochila en busca del mapa & de mi lista de clases.. pero.. ¡Sorpresa! Lo habia olvidado en casa. Puse una cara de desesperacion inminente.. Volvi a ver a mi alrededor.. esperando que alguien viniera en mi auxilio.. No tenia ni idea de donde estaba siquiera la oficina del director.

Sabia que si seguia caminando lentamente por los pasillos llegaria mas que tarde a clases, por lo que decidi acelerar un poco la marcha. Esquive a varios estudiantes y tome unos cuantos atajos para no llegar demasiado tarde.
La clase de Ingles era una de las mas interesante, en mi opinion. Aunque nunca me habian agradado los profesores que nos daban aquellas clases debia reconocer, con sinceridad, era excelente en ella... por no decir: una de las mejores.
Entre corridas y pequeños saltos llegue al salon, pero antes de entrar observe a una joven que parecia estar bastante perdida. Suspire con una sonrisa en mi rostro y luego me acerque a ella con una mirada compasiva en mi rostro. -¿Necesitas ayuda...?

Por fortuna, la espera no fue larga, una chica de enormes ojos amables & una enorme melena castaña se acerco a mí, ofreciendome su ayuda. Por un momento me senti un poco avergonzada.. Ella parecia que llevaba apuro & yo la habia distraido de su camino.. aparte, no solía ser propio de mi expresar mis sentimientos & menos cuando estos indican alguna de mis debilidades..
Como en este caso, era mi obvia falta de memoria.
Le dirigi una sonrisa afable y le conteste. -¿Soy Tan Obvia?- Enarque una ceja divertidamente & continue. -Pues si. Soy nueva.. pero e olvidado el mapa de la escuela asi como mi lista de clases...- Sonrei de lado con cierto pesar.. pero luego al percatarme que habia olvidado presentarme, extendí mi mano derecha a modo de saludo & volviendo a dibujar una sonrisa en mi rostro exclamé. -Por cierto.. Soy Katy.-

La joven me sorprendió con sus encantadores ojos azules. Estaba más que claro que era nueva, como muchos, tenía la mala suerte del primerizo que olvidaba las cosas. Recogiendo mi larga cabellera en una cola de caballo, le dedique mi mejor sonrisa mientras tomaba un par de libros de mi mochila... de allí saque un mapa del colegio y un marcador.

En mi primer día también me había perdido, para mi fortuna las chicas me habían orientado bastante. Tal vez esa era la razón por la cual siempre tenía conmigo cosas como esas para ayudar a quien sea porque, si bien hoy pensaba acompañarla a su salón de clases... no siempre estaría cerca, y necesitaría ayuda.
-Katy, es un placer conocerte… Soy Aria.- Exclame estrechando su mano mientras le dedicaba mi mejor sonrisa. Tomando en mapa entre mis manos la observe para poder obtener un poco mas de información. -¿Cuántos años tienes?

No pude, si no mostrarme mas que sorprendida cuando vi su gesto. El que ella me diera un mapa me ahorraria una vergonzosa ida con la secretaria del director. Ni siquiera me tomaria la molestia de ir por la lista de mis clases. Gracias a mi memoria fotografica, habia relacionado cada clase con su edificio correspondiente. Al parecer ella comprendia lo que era llegar a un lugar donde no conoces a nadie. Había tenido suerte de que la primera persona con la que establecí contacto fuera ella.
Le dirigi una sonrisa que aparentaba ser timida mientras contestaba a su sonrisa. -Apenas cumplí 17 el mes pasado.. ¿& Tu?- No parecía ser mayor que yo.. pero ¿Quien sabe? Las apariencias engañaban. Como bien lo sabía ya.

Sonrei al ver que su rostro mostraba una ampla sonrisa, despues de todo era mejor tener una amiga mas en la lista que una nueva enemiga. Estaba sumamente segura de que le iría muy bien en Rosewood, despues de todo era esa clase de chica con una linda sonrisa y una personalidad bastante tranquila... el perfil ideal de este pueblo. Tome mi mapa y marque con una cruz los salones correspondientes a los jovenes de su edad... y la mia también.

-También tengo 17 años, bueno estos son tus salones.- Mi vos sonaba amigable y tranquila, curiosamente no sabia que tendriamos una nueva estudiante este año pero aun así... no tenía porque saberlo todo. -Si quieres te acompaño hasta tu primera clase, despues de todo tendremos clases juntas.

-Me Parece Genial.- Exclame con alegría. Al menos no entraria yo sola al salon soportando todas las miradas de quienes ya estaban en el aula esperando al maestro. Eso, si es que no era demaciado tarde ya.
Vi de reojo que el pasillo, antes poblado de numerosos estudiantes, se habia empezado a vaciar, señal de que era mas tarde de lo convenido. Miré a mi nueva... amiga con apremio & juntas nos dirigimos a la primera clase. Ingles...
-Nunca Fui buena en ingles en mi otra escuela.. Bueno creo que tenia que ver el hecho de que la maestra fuera gorda, floja & Amargada.- Dije con tono chistosin mientras caminabamos. -Dime que la que da esta clase aqui no es asi.-

En ese momento tome la mano de Katy y, ramidamente, me abria paso entre los estudiantes para llegar a tiempo al salon de clases, yo no era una persona muy puntual pero al entrar en la secundaria Rosewood me habian exigido cambiar aquel detalle.
-En realidad, este año tendremos un nuevo profesor. Todavia no pude conocerlo, pero estoy segura de que si necesitas ayuda puedo ayudarte.- Mientras pronunciaba estas palabras observe el reloj y luego a Katy. -Vamos, rapido.- Pronuncié riendo mientras comenzaba a correr.

Corri por los pasillos, y subi las escaleras lo mas rapido que pude, tome algunos atajos hasta llegar a la puerta del salon de clases, pero antes de entrar acomode mi cabellera, controle mi agitada respiracion e intercambie una mirada de confianza con mi nueva amiga. -Tranquila, todo estara bien. Lista?

Gracias a que mi acompañante sabía mejor que yo, como moverse en los pasillos del colegio, estuvimos frente a la puerta del salón de inglés mas rapido de lo que esperaba. Mientras estabamos ahi, llegaron otras dos personas, lo que significaba que el retraso no habia sido mucho. Mire a Aria & con una sonrisa exclamé, con aire rebelde. -No realmente pero.. What The Hell! Entremos- Las dos entramos al mismo tiempo, & toda la clase se encontraba ya en sus acientos, el profesor estaba de espaldas a la puerta así que no nos vió entrar. Pero por lo que pude ver de su respaldo.. Era Joven. Al menos podría sentir alivio de que no era otra Sra. Perkinson. Quien sabe.. Si tenia suerte.. seria un profesor guapo..

Rei levemente para mi misma por aquel pensamiento, & siguiendo a Aria, nos sentamos en dos butacas justo a la mitad del salon que casualmente habian quedado desocupadas. Saque una libreta de mi mochila & una pluma, esperando con ansias ver la cara de mi nuevo profesor.

Una vez de que Katy estaba mucho mas confiada comprendí que mi trabajo habia terminado, sonriendo entramos al salon. Habia bastantes alumnos dentro, el profesor también estaba alli pero mirando a la pizarra. No parecia una persona "viejo" mas bien, era todo lo contrario... llamo mi atención, pero no haria ningun comentario en voz alta.

Encontramos un par de asientos libres en el medio del mismo. Rápidamente Katy se sento en uno de ellos mientras que yo, sin intención de lastimarla, no lo hice. -Katy, disculpame pero debo ir a mi asiento, es que le prometí a una amiga que me sentaría a su lado para contarle de mi último año fuera de Rosewood. - Observe como todos tomaban sus asientos y, con un gesto de mi muñeca, le di a entender a mi compañera que me cuidara el lugar... pues tenia pensado sentarme a su lado. Me voltee para volver a ver a Katy, tome una lapicera y, arrancando de mi agenda una hoja, anote mi numero de celular. -En caso de que necesites algo... llamame.