#I can read your heart like an open book.

"Una, dos, tres, cuatro, cinco… seis….siete… ocho y… Ya basta Melanie! Pareces una niña estúpida!" Grite para mis adentros al notar lo aburrido y patético que era contar las estrellas que reposaban en el cielo una noche tan fría como aquella. El insomnio iba a matarme de aburrimiento en cualquier momento.
Tome mi cabellera y con delicadeza comencé a entrelazar mis dedos con ella para trenzarla lo más prolijamente posible, mientras lo hacia continúe observando el firmamento pero, en lugar de contar estrellas, pensaba como pasar la noche que se hacía cada vez más larga.

Baje las escaleras haciendo que mis pies cayeran en cada escalón con gracias y lo mas silenciosamente posible, camine entre las sombras para no ser descubierta y sin darme cuenta deje que mis pasos me llevaran hasta mi auto, me detuve en seco frente a este y suspire profundamente entre en el para dirigirme lejos de alli. Conduje por un tiempo hasta que me encontre con la libreria de Rosewood –Si no hay nada mejor que hacer…- Susurre para darme ánimos y luego entre a ese magnífico lugar.

La biblioteca de Rosewood, a pesar de ser conocida por muchos como la sala más hermosa del pueblo, se destacaba aun mas por su impresionante y vasta colección de libros. Con más de ciento cincuenta kilómetros de estantes, ostenta el título a la biblioteca, no solo más hermosa, sino que también más grande del lugar. A pesar de lo cual se sigue expandiendo, a un ritmo de diez mil artículos diarios.
Entre sorprendida de la belleza de ese lugar por la noche y rápidamente cerré las puertas, por miedo a ser descubierta. Suspire profundamente y luego me encamine por las estanterías buscando algo interesante para leer, por esa razón me adentré por aquellos oscuros pasillos.

El lugar tenia kilómetros y kilómetros de estantes, la mayoría de ellos con libros que jamás en la vida se me había ocurrido leer. Las interminables hileras daban la impresión de ser una ilusión óptica “infinita” creada con espejos. Camine entre millones de estantes con gracia y sigilo, como si estuviese jugando yo sola a las escondidas buscando algo interesante para leer.